domingo, 15 de mayo de 2011
sábado, 14 de mayo de 2011
ALVARO SIZA
PABELLON PORTUGAL.
En este proyecto se proponia una imagen emblematica y festiva, al mismoi tiempo, compatible con el papel urbano que posteriormente ha de desempeñar el edificio.
Este edificio esta basado en dos partes una parte cubierta (flexible) y un efidicio, donde, se desarrollo una estructura modulada con una patio interior y uno exterior abierto al norte y un portico paralelo al muelle ubicado al este.Con esta orientacion se logro que la luz natural este garantizada por una fenestracion periferica modulada con apertura hacia los patios creando uan ambientacion impresionante.
En este pabellon Siza logra un juego de luces atraves
de los porticos que propone en el edificio cerrado, generando asi un ritmo
que le da una gran armonia al espacio, donde la luz es el elemento que define y
complementa los espacios interiores de este edificio.
Los porticos tienen un revestimiento de azulejos en sus muros para lograr asi una sensacion de cerramiento en el espacio cubierto, dejando solo asi puertas apaisadasy de distitas dimensiones,logrando el control y la penetracion de la luz natural en este espacio.
Sin embargo el espacio cubierto por la techumbre es el espacio mas iluminado fragmentando el edificio en un pabellon por una parte iluminado y por la otra en penumbra (donde solo penetran fragmentos de luz ) dandole sensaciones agradables a este espacio.
Gracias a la estructura se pudo conformar este juego de luz natural que plantea este espacio.
Este pabellon se convirtio en uno de los proyectos mas importantes de Siza debido al manejo de este elemento tan escensial en la arquitectura.
jueves, 12 de mayo de 2011
la luz en la arquitectura
La luz permite al arquitecto agregar cualidades a los distintos espacios que conforman el proyecto o incluso al conjunto de este.
La luz es una de las condiciones que rodean a la arquitectura, pero también puede ser utilizada como elemento. La luz solar es el medio dominante a través del cual la gente experimenta la arquitectura; pero la luz, tanto natural como artificial, puede ser manipulada por el diseño para identificar lugares concretos y darles un carácter específico.
Le Corbusier, decía que “la arquitectura es un juego magistral, perfecto y admirable de masas que se reúnen bajo la luz. Nuestros ojos están hechos para ver las formas en la luz y la luz y la sombra revelan las formas…”. Como se deduce de las palabras de Corbusier, arquitectura y luz son dos conceptos que siempre van unidos. De hecho, la iluminación es una parte esencial de cualquier proyecto arquitectónico.
Ya que este elemento permite al arquitecto agregar cualidades a los distintos espacios que conforman un proyecto. No cabe duda de que la iluminación adecuada para cada espacio es esencial y diferente, ya que esto depende de las actividades que se desarrollen en dicho espacio. Por otro lado, el mismo lugar puede cambiar radicalmente de carácter según el modo de iluminarlo. Saber iluminar cada espacio en función del ambiente deseado no es una fácil tarea......
El tratamiento de la luz juega un papel importante en la organización conceptual del espacio y determina el modo como se usan los elementos primarios de la arquitectura.
Luz natural contra Luz artificial
Si bien la luz natural no ha dejado de ser la forma más habitual de iluminación, cada vez se confía más en sistemas artificiales. Lo cierto es que la luz artificial tiene sus ventajas. Es más constante y más fácil de controlar que la solar. Puede encenderse y apagarse a voluntad y permite graduar con precisión su intensidad, color y dirección. Pero a pesar de los avances tecnológicos, la luz natural nos ofrece sensaciones imposibles de conseguir con otros elementos. Nos proporciona una calidez y un encanto especial.
Otra ventaja de la luz solar es que es gratuita, infinita y no contaminante. En estos tiempos de aumento de tarifas, de crisis energética y de lucha contra el avance del cambio climático, la luz natural cobra más importancia que nunca. Toda construcción que quiera considerarse sostenible o ecológica debe tener en cuenta la orientación solar para aprovechar al máximo los rayos de sol. Lo ideal sería lograr satisfacer la demanda lumínica durante el día exclusivamente con la luz natural.
La contaminación lumínica
A Gogliardo Maragno, un arquitecto brasileño que está realizando en Barcelona un doctorado sobre “Arquitectura, Energía y Medio Ambiente”, le gusta hablar de cultura de la penumbra versus cultura de la claridad. “Hemos pasado de una cultura de la penumbra, en la que la fuente principal de iluminación era la luz natural, a una cultura de la claridad o de exceso de luz”.
Maragno opina que muchas veces se tiende a sobre iluminar, tanto con luz artificial como con luz natural. En las últimas décadas, “muchos arquitectos creían que cuanta más luz mejor, pero no es así”, afirma. “Más luz no implica mejor iluminación. Hay que ir en búsqueda de la calidad de esta luz y no de la cantidad
Según Maragno, “el problema es que en los países cálidos como España o Brasil, más luz también significa más calor”. En este sentido, el arquitecto hace un llamado para que se vuelvan a recuperar técnicas arquitectónicas del pasado que dejaban penetrar la luz en las viviendas pero que evitaban que entrara el calor. Se refiere a patios, celosías, persianas venecianas, etc..... “Ahora todo esto se está empezando a recuperar pero todavía se sigue iluminando más de la cuenta”.....
La luz es una de las condiciones que rodean a la arquitectura, pero también puede ser utilizada como elemento. La luz solar es el medio dominante a través del cual la gente experimenta la arquitectura; pero la luz, tanto natural como artificial, puede ser manipulada por el diseño para identificar lugares concretos y darles un carácter específico.
Le Corbusier, decía que “la arquitectura es un juego magistral, perfecto y admirable de masas que se reúnen bajo la luz. Nuestros ojos están hechos para ver las formas en la luz y la luz y la sombra revelan las formas…”. Como se deduce de las palabras de Corbusier, arquitectura y luz son dos conceptos que siempre van unidos. De hecho, la iluminación es una parte esencial de cualquier proyecto arquitectónico.
Ya que este elemento permite al arquitecto agregar cualidades a los distintos espacios que conforman un proyecto. No cabe duda de que la iluminación adecuada para cada espacio es esencial y diferente, ya que esto depende de las actividades que se desarrollen en dicho espacio. Por otro lado, el mismo lugar puede cambiar radicalmente de carácter según el modo de iluminarlo. Saber iluminar cada espacio en función del ambiente deseado no es una fácil tarea......
El tratamiento de la luz juega un papel importante en la organización conceptual del espacio y determina el modo como se usan los elementos primarios de la arquitectura.
Luz natural contra Luz artificial
Si bien la luz natural no ha dejado de ser la forma más habitual de iluminación, cada vez se confía más en sistemas artificiales. Lo cierto es que la luz artificial tiene sus ventajas. Es más constante y más fácil de controlar que la solar. Puede encenderse y apagarse a voluntad y permite graduar con precisión su intensidad, color y dirección. Pero a pesar de los avances tecnológicos, la luz natural nos ofrece sensaciones imposibles de conseguir con otros elementos. Nos proporciona una calidez y un encanto especial.
Otra ventaja de la luz solar es que es gratuita, infinita y no contaminante. En estos tiempos de aumento de tarifas, de crisis energética y de lucha contra el avance del cambio climático, la luz natural cobra más importancia que nunca. Toda construcción que quiera considerarse sostenible o ecológica debe tener en cuenta la orientación solar para aprovechar al máximo los rayos de sol. Lo ideal sería lograr satisfacer la demanda lumínica durante el día exclusivamente con la luz natural.
La contaminación lumínica
A Gogliardo Maragno, un arquitecto brasileño que está realizando en Barcelona un doctorado sobre “Arquitectura, Energía y Medio Ambiente”, le gusta hablar de cultura de la penumbra versus cultura de la claridad. “Hemos pasado de una cultura de la penumbra, en la que la fuente principal de iluminación era la luz natural, a una cultura de la claridad o de exceso de luz”.
Maragno opina que muchas veces se tiende a sobre iluminar, tanto con luz artificial como con luz natural. En las últimas décadas, “muchos arquitectos creían que cuanta más luz mejor, pero no es así”, afirma. “Más luz no implica mejor iluminación. Hay que ir en búsqueda de la calidad de esta luz y no de la cantidad
Según Maragno, “el problema es que en los países cálidos como España o Brasil, más luz también significa más calor”. En este sentido, el arquitecto hace un llamado para que se vuelvan a recuperar técnicas arquitectónicas del pasado que dejaban penetrar la luz en las viviendas pero que evitaban que entrara el calor. Se refiere a patios, celosías, persianas venecianas, etc..... “Ahora todo esto se está empezando a recuperar pero todavía se sigue iluminando más de la cuenta”.....
IGLESIA DE LA LUZ. TADAO ANDO
Ubicado en una escondida esquina en un tranquilo suburbio residencial en Ibaraki, Osaka, este pequeño conjunto diseñado por el arquitecto Tadao Ando comprende dos modestos edificios, dispuestos en ángulo, orientados de acuerdo a la trama vial de la urbanización. La luz, es la herramienta básica en el que el arquitecto basa el concepto de diseño para el desarrollo del proyecto.
El acceso al conjunto es intencionalmente indirecto, a diferencia de muchas iglesias en Occidente. El diseño fuerza a los feligreses a ingresar por la calle lateral y llegan a un espacio ubicado en la parte posterior de la iglesia. Desde allí se ingresa a una minúscula placita, que alberga una banca de forma circular. A través de ella, se distribuyen los accesos a la Iglesia principal y a la capillita conexa.
La iglesia principal, es una caja de 6 x 6 x 18 m. traspasada lateralmente por un muro girado 15 grados con respecto al eje principal de la nave.
El mérito de Ando no está sólo en introducir este elemento oblicuo, que dinamiza el espacio apacible y ortodoxo de la nave, sino en separarlo algunos centímetros de la cobertura, permitiendo que la luz se filtre horizontalmente y dando la impresión de que el techo estuviera flotando en el aire.
Esta pared diagonal contiene asimismo una generosa mampara de 1.60 x 5.35 m y la puerta de ingreso al ambiente, acristalada, que se desliza lateralmente, fiel al shoji estilo japonés.
Tras el altar existe una abertura cruciforme, embebiendo al espacio interior del poder y energía de la luz.
La luz es el único elemento natural que ingresa al ambiente, como reforzando su condicion divina e invadiendo la profana oscuridad.
El edificio, construído en concreto, ha abandonado todo ornamento para revestirse de la espiritualidad que confiere la luz, haciendo más intensa su calidad de sacro.
En la pequeña capilla vecina a la Iglesia principal, Ando repite el tema de la caja atravesada por el plano oblicuo, ligeramente separada del techo.
Pero esta vez no incluye una abertura en cruz, sino que practica una hendidura en el techo a traves de la cual baña con luz rasante la desnuda pared del altar.
No obstante su simpleza, el plano oblicuo, la pared y la claraboya se engarzan en una espectacular coreografía de formas, superficies y tonos lumínicos.
La presencia de la naturaleza, reducida al elemento de la luz, toma un carácter extremadamente abstracto, y respondiendo a esta abstracción, la arquitectura crece pura con el pasaje diario del tiempo. Las pocas pero perfectas aberturas en este espacio, sirven a la luz para demostrar su brillo contra el telón de fondo de la oscuridad. Tadao Ando una vez más demuestra su maestría en este sencillo edificio, logrando una comunión perfecta de materia y espíritu, en la que recoge la pura esencia del cristianismo y la expresa a traves de la simplicidad del budismo zen.
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