jueves, 12 de mayo de 2011

la luz en la arquitectura

La luz permite al arquitecto agregar cualidades a los distintos espacios que conforman el proyecto o incluso al conjunto de este.
La luz es una de las condiciones que rodean a la arquitectura, pero también puede ser utilizada como elemento. La luz solar es el medio dominante a través del cual la gente experimenta la arquitectura; pero la luz, tanto natural como artificial, puede ser manipulada por el diseño para identificar lugares concretos y darles un carácter específico.


Le Corbusier, decía que “la arquitectura es un juego magistral, perfecto y admirable de masas que se reúnen bajo la luz. Nuestros ojos están hechos para ver las formas en la luz y la luz y la sombra revelan las formas…”. Como se deduce de las palabras de Corbusier, arquitectura y luz son dos conceptos que siempre van unidos. De hecho, la iluminación es una parte esencial de cualquier proyecto arquitectónico.
Ya que este elemento permite al arquitecto agregar cualidades a los distintos espacios que conforman un proyecto. No cabe duda de que la iluminación adecuada para cada espacio es esencial y diferente, ya que esto depende de las actividades que se desarrollen en dicho espacio. Por otro lado, el mismo lugar puede cambiar radicalmente de carácter según el modo de iluminarlo. Saber iluminar cada espacio en función del ambiente deseado no es una fácil tarea......


El tratamiento de la luz juega un papel importante en la organización conceptual del espacio y determina el modo como se usan los elementos primarios de la arquitectura.

Luz natural contra Luz artificial


Si bien la luz natural no ha dejado de ser la forma más habitual de iluminación, cada vez se confía más en sistemas artificiales. Lo cierto es que la luz artificial tiene sus ventajas. Es más constante y más fácil de controlar que la solar. Puede encenderse y apagarse a voluntad y permite graduar con precisión su intensidad, color y dirección. Pero a pesar de los avances tecnológicos, la luz natural nos ofrece sensaciones imposibles de conseguir con otros elementos. Nos proporciona una calidez y un encanto especial.


Otra ventaja de la luz solar es que es gratuita, infinita y no contaminante. En estos tiempos de aumento de tarifas, de crisis energética y de lucha contra el avance del cambio climático, la luz natural cobra más importancia que nunca. Toda construcción que quiera considerarse sostenible o ecológica debe tener en cuenta la orientación solar para aprovechar al máximo los rayos de sol. Lo ideal sería lograr satisfacer la demanda lumínica durante el día exclusivamente con la luz natural.


La contaminación lumínica

A Gogliardo Maragno, un arquitecto brasileño que está realizando en Barcelona un doctorado sobre “Arquitectura, Energía y Medio Ambiente”, le gusta hablar de cultura de la penumbra versus cultura de la claridad. “Hemos pasado de una cultura de la penumbra, en la que la fuente principal de iluminación era la luz natural, a una cultura de la claridad o de exceso de luz”.



Maragno opina que muchas veces se tiende a sobre iluminar, tanto con luz artificial como con luz natural. En las últimas décadas, “muchos arquitectos creían que cuanta más luz mejor, pero no es así”, afirma. “Más luz no implica mejor iluminación. Hay que ir en búsqueda de la calidad de esta luz y no de la cantidad
Según Maragno, “el problema es que en los países cálidos como España o Brasil, más luz también significa más calor”. En este sentido, el arquitecto hace un llamado para que se vuelvan a recuperar técnicas arquitectónicas del pasado que dejaban penetrar la luz en las viviendas pero que evitaban que entrara el calor. Se refiere a patios, celosías, persianas venecianas, etc..... “Ahora todo esto se está empezando a recuperar pero todavía se sigue iluminando más de la cuenta”.....

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